domingo, 3 de marzo de 2013

XII Annabeth

- Vaya, ¿y pensáis que yo sois ese sátiro? – pregunto Grover después de explicárselo todo.
- ¡Claro, eres el sátiro más valiente de todos! –dijo Percy, entusiasmado.
- Además nos han acompañado en casi todas nuestras aventuras. ¡Tienes que venir! –seguí animando yo.
- Chicos me encantaríaaa,- baló- pero ya tengo bastante trabajo.
- Venga, tómatelo como unas vacaciones.
- ¡Ja! Peeercy, unas vacaciones donde podrían matarme –cogió una lata de su mochila y empezó a masticarla.
- ¡Como en los viejos tiempos! –seguí yo.
- Valeeee. Como queráis. Entonces ya estamos todos ¿no? ¿Se lo habéis dicho a Quirón?
- No, solo sabemos quiénes serían los semidioses –informe.
-  De todas formas hoy celebremos que has vuelto al campamento- continuó Percy- Pero primero pasa un rato con Enebro, si no se enfadará contigo. Lo digo por experiencia.
- Sesos de alga… -dije dándole un golpe no tan suave en el brazo. Realmente nada podría estropear eso. Era genial tener a Grover de nuevo en el campamento.
- Vale, vale. ¿Qué te parece si tú y yo vamos a por unas latas de Coca-Cola de verdad mientras estos dos pasan un tiempo juntos? Luego volvemos  y seguimos charlando. ¿Os parece?
- Claro. Voy a buscaaar a Enebro –dijo sonriendo Grover. Después se fue trotando entre los árboles.
- Buena idea, Percy. Venga vamos.
Me adelante un poco, pero él me alcanzó y me paso un brazo por los hombros.
- ¿No es genial tener a Grover de nuevo aquí? Le echaba de menos – A veces parecía que Percy y yo nos leíamos los pensamientos. - Yo también, últimamente esta tan ocupado… Y Enebro siempre le echa en falta, en los últimos días cuando hablaba con ella siempre estaba de los nervios.
Nos sonreímos, nos dimos un beso y andamos hacia la cabaña número 11.

Stephany
Genial, tenía unas ganas de que acabara el día… ¡Dos tours de golpe! Por lo menos Laura se había enterado, y ya que soy peruana comunicarme con los chicos españoles no fue difícil, pero con la italiana sí. La pobre parecía más confundida que cuando llegó.
- Vale, todos habréis aprendido algo de inglés en el colegio ¿no? –les pregunte en ese idioma. Como todos respondieron que sí, decidí hablarles así, por lo menos más o menos un nivel básico para que me entendieran bien. Les di el recorrido habitual, pero cuando llegamos a las cabañas se me acercó Nisa.
- Hola, Stephany. Parece que te encuentras mejor. Leo te estaba buscando.
- ¿Leo? ¡Es verdad, le dije que me pasaría por el bunker! Pero ahora no puedo –dije señalando a los nuevos – estoy dando el tour.
- ¡Más nuevos! Genial. ¿Qué cabaña? –me encogí de hombros.
- Ni idea, los ha traído Grover. La chica es italiana, Grabiella creo. Y los chicos españoles, Diego y… Fran.
- ¿Saben inglés?
- Lo que enseñan en los institutos de allí. Intente explicárselo en español, pero la chica no me entiende, así que se lo digo en inglés.
- Ve al bunker, hoy ya has dado un tour. Si quieres acabo yo.
- ¿De veras?
- Sí.
- Muchísimas gracias –dije sonriendo.
Me acerque a los chicos y les informe que Nisa acabaría el tour. Intente ocultar mi alegría, si no pensarían que estaba pasando de ellos o algo.
Después me fui corriendo. Me adentre en el bosque y seguí el camino hacia el bunker 9. Mientras corría, vi de pasada a Grover y su novia. Me alegraba de verle en el campamento.
Llegue al bunker, como la puerta no estaba cerrada entre. Leo ni me noto, se había quedado dormido en su mesa de trabajo. Me acerque despacio. Pensé en darle un susto, pero me sentía un poco como los Stoll. Al final le desperté despacio.
- Leo… eh, Leo… -le decía, mientras le daba golpecitos con un dedo.
- Umm –frunció el ceño, pero pasó de mí. “Entonces no queda otra opción” pensé.
- Busqué por el bunker a ver si alguien se había dejado algo ruidoso. Por lo visto no. Así que me acerque a él de nuevo y…
- ¡¡Leo, despierta!! –le chillé lo más fuerte que pude. Y vaya si funciono. Abrió los ojos de golpe y casi se cayó del taburete en el que estaba sentado. Corrección, sin el casi.
- ¡¡Ahhh!! – me miró desde el suelo. Parecía un poco cabreado. A lo mejor me había pasado- ¿Estás loca?
- Un poco –reconocí- ¿Estas bien? Perdona, tampoco quería que te hicieras daño. Intente despertarte, pero pasaste de mí, así que…
- Vale, no pasa nada –se levantó y me sonrió. Uff – Ya pensé que no venias.
- Lo siento. Tenía que hacer el tour otra vez. Han llegado más nuevos.
- Bueno, ven, tengo ganas de mostrarte mi último invento.
- Claro. ¿Qué es?
- Bueno, siempre dices que te molesta que la gente intente ordenar tus cosas, ¿verdad?
-Verdad. Pero no tengo el carácter de Annabeth. Los de mi cabaña siguen “ordenando” mis cosas.
- Genial. Pues ya no te pasará eso. Mira, parece un muñeco –dijo mostrándome una especie de peluche- pero dentro lleva una cámara. Cada vez que alguien mueva tus cosas…
- ¿Les lanzara algo? ¿Les dará una descarga?
- Emm… no. Lo apuntara en su memoria y luego te imprimirá donde esta cada cosa que han tocado.
- ¡¡Perfecto!! ¿Y es para mí?
- ¡Claro! Para quien si no.
- Gracias, gracias, gracias –dije entusiasmada. Le di un beso en la mejilla.
- Emm…De nada – se había sonrojado un poco. ¡Que mono!
Después de eso, volvimos a las cabañas. Nisa había terminado el tour, y Quirón llevaba a cada uno a su cabaña. No preste mucha atención. Me despedí de Leo y me fui a mi cabaña. Annabeth no había llegado, pero me cambie para acostarme. Estaba completamente agotada, había sido un día muy largo.

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