Bueno… y yo que creía que mi vida ya era bastante extraña.
Por lo menos me han quitado un peso de encima. Me costaba mucho esconderle mi
secreto a Laura. En fin, a ver como os la describo… Bueno, ella es más alta que
yo, y tiene unos cálidos ojos marrones. Su cara está rodeada de una cascada de
pelo castaño chocolate. Normalmente es muy tranquila, pero también puede
enfadarse de verdad.
- Oye, Quirón, habría que darle el tour por el
campamento –dijo Percy cuando nos levantamos.
- Em, si claro. ¿Quién se encarga?
- Yo, por supuesto, –respondí cuando me recupere
de la sorpresa- después de todo es mi mejor amiga.
-Está bien.
-Venga Laura, -la cogí del brazo- Te voy a
enseñar el campamento.
Seguimos andando hasta llegar a la zona de cabañas.
-¿Cuántas cabañas hay?
-20 en total. Aunque inicialmente había doce
cabañas, las más importantes, las de los olímpicos.
-Vale, aquí llega la parte difícil. A ver… has
visto a los monstruos que nos atacado.
-Sí.
-La… ¿mitología griega?
-No, no, ni hablar. Y además… ¿a qué te refieres
con nosotros?
-Qué no, es imposible. ¿Además tú de quien serías
hija?
-Cabaña 6.
Le enseñe todo Campamento Mestizo y poco a poco ella iba
entrando en razón. Supongo que después de un día como el nuestro no sería tan difícil
de creer.
Después de comprobar que Percy estaba en la cabaña y que
ayudaría a mi amiga, me dirigí a la mía. Al entrar todos se estaban preparando
para comer, así que me puse ropa limpia (por culpa de la pelea con las gorgonas
mi ropa era un desastre) y me uní a los
demás.
- Buen trabajo, Stephany –me dijo Annabeth- Aun
así, hoy habrá reunión de las cabañas, sería mejor que vinieras.
-Vale.
Dicho esto la cabaña entera se dirigió al comedor.
Pececito Rosa
Pececito Rosa
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